sábado, 28 de junio de 2008

RAQUITISMO

Es una enfermedad de la edad infantil, que consiste en un trastorno del crecimiento y nutrición de los huesos.

Los primeros síntomas pueden observarse en los recién nacidos, pero suelen aparecer especialmente entre el sexto mes y los cinco años. Aparece con más frecuencia en las grandes ciudades, en la población pobre, especialmente entre los niños que salen poco al aire libre y que son mantenidos en lugares mal ventilados y con poco sol, y con los cuales se tiene poco cuidado en cuanto a la limpieza general. Una alimentación defectuosa favorece el desarrollo del raquitismo.

La enfermedad se desarrolla, por lo común, tan despacio y sus síntomas iniciales son tan poco perceptibles, que muchas veces pasa largo tiempo antes de que los padres se den cuenta del estado enfermizo del niño. Los primeros síntomas afectan a la cabeza, que toma un aspecto algo deformado y, en relación con la cara, parece demasiado grande. Las hendiduras entre los huesos del cráneo (fontanelas) permanecen largo tiempo abiertas y los niños suelen sudar fácilmente por la cabeza. Más tarde se hacen perceptibles los trastornos de los demás huesos.

El niño raquítico debe hacer vida al aire libre todo lo que permita su estado y la estación, y mejor en lugares soleados.

En los enfermos hay que procurar que su alimentación sea rica en vitamina D, como leche, mantequilla, huevos y algo de carne. Es muy beneficioso el tomar baños de sol. Después del baño se frotará todo el cuerpecito del niño con aceite caliente (mejor de oliva).

Los medicamentos homeopáticos más importantes contra el raquitismo son:

OLEUM IECORIS ASELLI: el aceite de hígado bacalao que en dilución homeopática no tiene su característico mal sabor, generalmente produce una mejoría rápida por su contenido en vitamina.

En experiencia personal pude comprobar que a la dilución 6 DH, y como medicamento de apoyo, no sólo acorta el proceso de curación del raquitismo, sino que en retrasos del crecimiento en general, facilita la formación de la fibra ósea y el niño alcanza su talla superior a su edad, en poco tiempo de tratamiento.

FERRUM PHOSPHORICUM (9 CH) en los niños anémicos, tendencia a toser y síntomas febriles.
PHOSPHORUS (9 CH) los primeros días, subir después a la 15 CH) Síntomas evidentes de raquitismo:
extremos de los huesos engrosados; cara de una palidez enfermiza; diarrea unida a trastornos digestivos; deformaciones de la columna vertebral y decaimiento con tendencia al desvanecimiento al menor esfuerzo.

CALCAREA CARBONICA (7 CH) primera semana, después subir a 15 CH): es seguramente el medicamento homeopático prescrito con más frecuencia contra el raquitismo. Está principalmente indicado para niños gordos y fofos, con las fontanelas muy abiertas, tendencia a sudar por la cabeza, dentición tardía y vientre muy abombado.

CALCAREA PHOSPHORICA (7 CH) primera semana, después 15 CH): tiene síntomas semejantes al anterior. La cabeza es extraordinariamente grande y cuadrangular; los dientes, que tardan en salir, suelen cariarse y se caen. Se añaden a los síntomas anteriores catarro con deposiciones frecuentes y pestilentes y demacración progresiva; el vientre contrariamente a Calcárea carbónica, se halla más bien hundido que dilatado.

SILÍCEA (7 CH) los diez primeros días, después subir a 15 CH): piel seca, pálida y transparente, con tendencia a la formación de úlceras y forúnculos; sudor de cabeza abundante y de un olor ácido.

BARYTA CARBONICA (9 CH) los primeros diez días, luego subir a 15 CH): en los niños de desarrollo retrasado, que tienen las glándulas del cuello muy hinchadas.
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